SUSANA IBÁÑEZ



LO INDESCRIPTIBLE


“No siempre las <<anomalías humanas>> tuvieron el origen que señala la malicia de Maupassant, pero sí su destino: la exhibición pública de manos de empresarios –a veces a través de familiares del monstruo- que solían tratar a sus pupilos como mercancías, aunque se conocen tiernas historias de amistad y algunas de amor entre ellos, así como matrimonios de conveniencia.” 

Pilar Pedraza. 
Venus barbuda y el eslabón perdido




La falacia de la normalidad se construye a través de la exhibición del cuerpo freak. El espectáculo se convierte así en una suerte de espejo en el que se ve reflejada una audiencia complacida de saber que el “cuerpo colonizado” es ese otro que se expone al escrutinio público, en un proceso de alteridad que contribuye a consolidar una normatividad tan excluyente como ilusoria. De esta manera el monstruo deviene en más monstruo y el humano afianza su dimensión de humanidad, en una dinámica donde la dignidad desaparece. Frente a esto, Susana IBÁÑEZ propone un punto de ruptura ofreciéndonos una visión crítica a partir de un universo poblado por mujeres barbudas que desafía no solo el modelo hegemónico de feminidad patriarcal, sino también el orden económico actual profundamente injusto, que sigue situando el cuerpo humano –y animal- en el ámbito de lo abyecto y transaccional. El sujeto-objeto fronterizo, etiquetado por el pensamiento decimonónico como un missing link, lejos de revictimizarse se convierte en pleno siglo XXI en el epítome de la diversidad, ocupando un territorio de lucha y resistencia. 

La aplicación a los cuerpos no normativos de la lógica perversa que considera lo animal como el último reducto del desorden y el caos, encuentra su contrapunto en el trato humanizante que en determinados contextos se ha otorgado a los animales, distorsionando su verdadera naturaleza. Esta contradicción se expresa audazmente aquí a través del intercambio y la dislocación estratégica de los instrumentos de adiestramiento, regulación y control de los cuerpos, haciendo explícito al mismo tiempo el encadenamiento y la superposición de los mecanismos de exclusión. 

La memoria es asimismo un elemento clave en esta exposición, como una especie de guiño cómplice que se hace desde el presente hacia el pasado, expresado a través de un simbolismo que entronca con la tradición de las antiguas ofrendas mágico-religiosas. 

Lo INDESCRIPTIBLE pone en tela de juicio la visión miope que se empeña en abordar las distintas categorías de discriminación construidas social y culturalmente como si fueran compartimentos estancos que operan en paralelo sin posibilidad de intersección y nos introduce en el apasionante debate sobre cómo se articulan las luchas por la dignidad a través de la experiencia situada: la mujer barbuda o el hombre león como sujetos políticos que encarnan una diversidad atravesada no solo por la crítica al modelo del “cuerpo estándar” sino también al machismo, a la homofobia, al capitalismo y a la supremacía humana entre las especies.


Isabel Caballero.